viernes, 9 de agosto de 2024

Menú ella y sus ríos. Pavlova.

Para festejar tu llegada elaboramos una tarta que vista en papel parece empalagosa pero al comerla te das cuenta de que es un delicatesen.

PAVLOVA 

Tarta Pavlova

3 claras (90-110 g)

El doble del peso de las claras en azúcar

Unas gotas de limón

1 cucharadita de vinagre

1 cucharada de maizena

200 ml de nata líquida para montar

Fresas o mezcla de frutos rojos

Empezamos por preparar el merengue francés: Pesamos las claras y las ponemos a batir a velocidad media-alta con el limón.

Pesamos el doble de peso de las claras en azúcar y reservamos. Cuando las claras ya hacen picos blandos vamos añadiendo el azúcar poco a poco,  cucharada a cucharada. Añadimos el vinagre y la maizena sin dejar de batir. Seguimos batiendo hasta que apenas notemos el granillo del azúcar. 

Vertemos la mezcla sobre un papel de hornear o un tapete para horno. Con la espátula le hacemos un hueco poco profundo en el centro, como si hiciéramos un nido, para que luego quepan la nata y las fresas. Cocemos el merengue en el horno a 140º (sin aire) / 120º (con aire) durante una hora que puede ser más si el horno es grande. ha de quedar con un ligero color dorado, no en exceso pues es una tarta blanca. Lo sacamos a una rejilla y lo dejamos enfriar por completo.

Poco antes de servir la pavlova montamos la nata, hasta que haga surcos firmes, pero con cuidado de no pasarnos. La ponemos en manga pastelera con boquilla rizada y decoramos la pavlova con ella.

Limpiamos las fresas y las partimos en dos o en cuatro. Las colocamos encima de la nata, (cantidad a nuestro gusto). En temporada de frambuesas se mezclan con las fresas y aumenta su sabor.


Tormes a su paso por Salamanca

El Tormes,  afluente del Duero que desemboca en los Arribes y atraviesa la universitaria ciudad de Salamanca y reclama el reflejo de sus piedras de Villamayor, hechas belleza en sus construcciones de estilos diversos. 

Preciosa y cuidada ciudad.



 

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