Cuantas veces nos quedamos perplejos ante una imagen conocida, pero vista reflejada nos llama la atención como si fuese una novedad. Hoy dedicamos este menú a esas imágenes que nos devuelven el vidrio o el agua.
Una de tantas variedades de este sabroso potaje es la que aquí elaboraremos.
Puchero de potaje carmelitano |
Garbanzos
1 diente de ajo
1 cebolla pequeña
1 puerro
2 cucharadas de puré de tomate
2 rebanadas de pan frito
2 yemas cocidas
1 cucharilla de pimentón
El Orzán en un restaurante |
Si se utilizan garbanzos secos, se han de poner a remojo 24 horas antes y después se cuecen 30 o 45 minutos (es más rápido en olla a presión). Se puede usar un bote de garbanzos en conserva ya cocidos, lavados bajo el chorro del grifo.
En una cazuela ponemos un fondo de aceite y doramos el ajo cortado al medio y dos rebanadas de pan, una vez todo dorado se retira. En el mismo aceite pochamos la cebolla muy picada, cuando esté tierna le agregamos el puerro igualmente picado y las cucharadas de tomate, rehogamos a fuego suave. En el mortero machacamos el pan con las yemas y el pimentón, agregamos un poco de agua y añadimos al sofrito, revolvemos todo, incorporamos los garbanzos con un vasito de agua (han de quedar casi cubiertos), dejamos cocer todo junto para afianzar sabores y se sirve bien caliente.
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